Konsac Group Opina: el Empowerment como estrategia en el ámbito organizacional
Empowerment, en el ámbito empresarial, supone un empoderamiento en el hecho de transferir poder a los empleados y otorgar el sentimiento de que son dueños de su propio trabajo, es decir, se les transfiere el poder para tomar decisiones de forma autónoma y prescindiendo de la autorización de sus jefes.
Es, en sí mismo, una filosofía novedosa de organización de empresas en la cual se aglutinan todos los recursos disponibles al servicio de la consecución de los objetivos de la organización. La idea básica que subyace es que aquellos que se encuentran directamente relacionados con las tareas que ejecutan son los más indicados para tomar decisiones al respecto, ya que se les supone las actitudes necesarias para ellas. En este sentido se genera en los trabajadores un sentido de responsabilidad y autocontrol que comprende, en los supervisores, dar poder y autoridad en la toma de decisiones.
Entre las premisas a poner en marcha por parte de la directiva, se encuentran:
- La toma de responsabilidad por áreas.
- Control y gestión de los recursos o equipos.
- Autoridad para la toma de decisiones o para actuar en nombre de la empresa.
- Crecimiento por logros: el rendimiento es medible.
Como resultado del Empowerment, las empresas y más concretamente sus empleados, experimentan un sentimiento de pertenencia con respecto al puesto o posición que ocupan y las tareas o funciones que realizan, lo que incrementa el valor de dichos puestos. La importancia de desarrollar un trabajo significativo dentro de una compañía se traduce en mejoras en las personas que integran dicha compañía, favoreciendo un nuevo significado del trabajo en el cual este significa un reto más que una carga. Además, promueve una mayor escucha, participación y trabajo en equipo, reconocimiento a las contribuciones, desarrollo de habilidades, etc.
¿Cómo llevarlo a la práctica?
En primer lugar, es importante el fortalecimiento de cuatro factores:
- Las relaciones. Las relaciones de los mandos con sus empleados deben poseer dos características fundamentales: deben ser efectivas para el logro de los objetivos propuestos en el trabajo y consolidadas, es decir, que permanezcan en el tiempo y no dependan de un humor cambiante.
- La disciplina. Es necesario promover: 1) el orden: que la gente pueda trabajar en un sistema estructurado y organizado, el cual le permita desarrollar sus actividades adecuadamente; 2) la definición de roles: determinar pormenorizadamente el alcance de las funciones de los empleados y sus responsabilidades. Esto permite que el personal siempre sepa dónde ubicarse en la realización de tareas.
- El compromiso. Este debe ser congruente en todos los niveles, pero promovido por los líderes. Esto incluye ejercer de modelos siendo leales a nuestros propios trabajadores para que ellos sean recíprocos con nosotros e insistentes en la consecución de metas, además de dinámicos y estimulantes en la acción.
- El trabajo en equipo. Canalizar todos los esfuerzos en el logro de resultados crea una sinergia que consigue objetivos que difícilmente se podrían haber conseguido de forma disgregada.
El Empowerment, como estrategia, involucra un gran esfuerzo por parte de todos los componentes de una compañía que tendrá como resultado un cambio a nivel organizacional. ¿Las ganancias? Mejor clima laboral, mayor productividad y mejora de las relaciones. En definitiva, un mejor nivel de vida dentro de la organización.