Konsac Group Opina: ¿Te enfrentas a tus miedos?
Una de las emociones básicas que más influencia tiene, de forma inconsciente, sobre muchas de nuestras acciones es el miedo. Esta emoción tan universal que compartimos con los animales y que toma formas tan diversas como la parálisis, el llanto, los gritos, la huída, el ataque, etc., marca nuestras conductas hasta el punto que dirige el destino de muchas personas.
Es innegable que el miedo tiene una función básica de supervivencia. Si uno analiza las situaciones en las que los animales tienen miedo comprenderá que, generalmente, aplican una cautela que, si bien a veces es innecesaria, les da más oportunidades de supervivencia que a aquellos animales que son menos precavidos. Si un animal huye en cuanto ve a un extraño, es probable que huya cuando llegue un depredador, que pueda devorar a otro más confiado o despistado.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando estamos en un entorno en el que el miedo nos paraliza respecto a cosas que no suponen ni mucho menos nuestra supervivencia? ¿Qué ocurre cuando, por miedo, nos frenamos en nuestros sueños? ¿Qué pasa cuando, por miedo, acabamos quedándonos en un sitio que no nos compensa pero que nos permite una vida cómoda sin tenernos que enfrentar al miedo?.
Enfrentarnos a nuestros miedos significa salir de la zona de confort que todos tenemos e iniciar una curva de aprendizaje. Significa equivocarse, encontrar dificultades y, tal vez, pensar que nos hemos equivocado. Pero también significa darnos cuenta de que no había tanto que temer, sentir orgullo por habernos enfrentado a ese miedo, dar un paso adelante en nuestro crecimiento como personas.
Vivimos en una sociedad en la que aquellos que quieren apostar por sus sueños se encuentran muchas veces con el freno de amigos, familiares y compañeros que apelan a sus miedos – los propios y ajenos- en pos de la seguridad. Y esto, como es lógico, se ha visto incrementado por la crisis.
Es cierto que la situación en nuestro país es incierta y que no se ve una solución cercana a la crisis en la que estamos inmersos. Es cierto que cuando alguien tiene responsabilidades lo primero en lo que debe pensar es en eso, y no en soñar despierto. Pero es que eso no está reñido con la valentía y también es verdad que una sociedad que deja que los miedos la dirijan, difícilmente podrá salir adelante, menos aún con un panorama tan complicado como el que tenemos.
Cada día, miles de valientes salen a la calle a buscar una oportunidad que les permita reincorporarse al mercado laboral; otros muchos valientes han tomado el riesgo de iniciar un proyecto empresarial a pesar de que su entorno más cercano les decía que el momento es complicado y otros luchan cada día por crecer como personas y mejorar su entorno profesional, lanzándose a hacer acciones hacia las que sienten un poco de miedo. Todos ellos, cada uno a su manera, se enfrentan a sus miedos.
Todos tenemos el poder de hacerlo. Porque la mayoría de las veces, una vez que nos hemos enfrentado a la situación temida, nos damos cuenta de que ¡no había para tanto! ¿O no? Seguro que podéis recordar algún caso propio, de alguna situación que os daba miedo y que, una vez enfrentada, resultó mucho más sencilla de lo que creíamos… y la mejor manera de comprobarlo es enfrentándonos a ello y viendo si nuestro miedo era merecido o no. Lo mejor es pensar ¿y qué puede pasar si lo hago?
Os animamos a ver este vídeo inspiracional que anima a enfrentarse a los miedos.