Konsac Group Opina, Mujeres revolucionarias: Hortensia
Situémonos en el año 42 a.c. en la antigua Roma y recordemos que dos años antes Julio César fue asesinado, entre otros, por Marco Bruto y Cayo Casio. Los gobernantes de Roma, los que formaban el segundo triunvirato: Marco Antonio, César Octaviano y Marco Lépido, estaban inmersos en una guerra civil contra los asesinos. Los gastos de la guerra eran inenarrables, necesitaban dinero, y no se les ocurrió otra cosa que recaudar impuestos también de las mujeres, concretamente de las mil cuatrocientas mujeres más ricas de Roma. Hecho que no había sucedido jamás y que dio lugar a la primera manifestación feminista de la historia y al único caso conocido de una mujer que participó públicamente en el foro romano.
Vayamos a los motivos: en Roma las mujeres no tenían derecho a votar ni a ser elegidas magistradas, por eso tenían una compensación, no pagaban impuestos fuera cual fuera su nivel económico. Los antiguos romanos tenían la idea de que derechos y deberes debías estar estrechamente unidos. Si las mujeres en Roma no podían tener derechos políticos, tampoco tenían ninguna obligación hacia el estado, por tanto, estaban exentas de pagar impuestos.
Me hubiera encantado ver por un agujerito las reuniones de esas mujeres cultas e instruidas en las domus, nadie nos lo ha podido contar, pero podemos imaginar la indignación, las discusiones, los síes y los noes, que llevaron a los acontecimientos que Alpiano, entre otros, nos relatan. Mujeres de alta cuna dirigiéndose al foro vestidas como legionarios, con casco, cota de malla, escudo y espada. Tal debía ser la sorpresa y admiración que las dejaron llegar al mismísimo centro del foro. Es aquí donde Hortensia, hija del gran político, abogado y orador Quinto Hortensio Hortalo, lanzó un discurso en el que dijo claramente que, si las mujeres tenían que pagar impuestos como los hombres, también debían tener los mismos derechos políticos.
¿Por qué deberíamos pagar impuestos cuando no tenemos ninguna parte en los honores, las jefaturas y la política […]? ¿” porque estamos en guerra”, decís? ¿Cuándo no ha habido guerras, y cuándo se han impuesto alguna vez tributos a las mujeres, que están exentas por su sexo entre toda la humanidad?
Nuestras madres se elevaron una vez por encima de su sexo e hicieron contribuciones cuando estabais en peligro de perder el imperio entero y hasta la misma ciudad debido al conflicto con los cartagineses. Pero en ese entonces contribuyeron voluntariamente […]. ¿Cuál es ahora la alarma para el imperio o el país? […] ¡Ninguna contribuiremos para guerras civiles, ni os ayudaremos uno contra otro!
Hortensia había heredado las grandes dotes de su padre para hablar en público. Las mujeres que estaban en el foro inmediatamente apoyaron la propuesta y los triunviros no tuvieron más remedio que echarse atrás, bastantes problemas tenían encima como para cargar con una revolución feminista. Al día siguiente redujeron el número de mujeres a cuatrocientas.
Hortensia se sale con la suya porque actúa explícitamente como portavoz de las mujeres de Roma (y sólo de las mujeres) y en situación de desamparo. Hay que entender que es la primera mujer documentada que abandona la esfera privada, eminentemente femenina, por un entorno exclusivamente masculino, toma la iniciativa y la palabra nada más y nada menos que en el foro romano. Constituye una amenaza, una peligrosa anomalía que la obliga a justificarse al inicio de su discurso para no ser objeto de escarnio inmediato: “Nos habéis privado de nuestros padres, de nuestros hijos, nuestros maridos y nuestros hermanos”.
La igualdad de derechos entre hombre y mujeres es una de las mayores conquistas sociales de los últimos años. Sólo los países más avanzados han conseguido y no del todo dentro de los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la ONU, el quinto es La Igualdad de Género. Uno de nuestros mayores desafíos sigue siendo el establecer un proyecto de equiparación profesional para las mujeres que trabajan en el mundo empresarial, con el objetivo de respetar la igualdad de trato y oportunidades y evitar cualquier tipo de discriminación.
Hortensia fue una pionera y, siglos después, debemos seguir trabajando.
[...] contribución de las empresas a la igualdad“, un planteamiento muy alineado con el proyecto HORTENSIA, del que ya os hablamos en este mismo [...]