Konsac Human Capital opina: A veces las discusiones son necesarias, pero discuta como es debido
Son muchas las discusiones en las que nos vemos inmersos en nuestro día a día y si nos enfrentamos a ellas con respeto, educación y conocimiento serán realmente productivas y provechosas. No obstante, en muchas ocasiones, las discusiones degeneran en conflictos personales que no hacen más que destruir las relaciones interpersonales que tanto esfuerzo cuesta construir. Karl Weick nos recomienda “Discuta como si tuviera razón, escuche como si estuviese equivocado”.
Detallamos algunos consejos que le pueden ser útiles para gestionar adecuadamente una discusión:
- No empiece a debatir hasta que todas las personas implicadas tengan claro el problema al que se van a enfrentar. Centre el tema.
- Cree un entorno que favorezca que la gente se sienta cómoda planteando ideas y alternativas aunque en un inicio puedan parecer sin sentido.
- No trate a todos igual, céntrese en los comportamientos dominantes y gestione los que puedan impedir un entorno agradable. Deje que los agresivos se liberen de la agresividad, pero no se ponga a su nivel.
- Anime la participación de todos los presentes. Si alguien no participa póngaselo fácil para demostrarle que su opinión le interesa.
- Escuche a todos los participantes “con todos los sentidos”: qué dicen, qué hacen, qué sienten…
- Cuando la discusión se haya resuelto, haga algo para que el conflicto o las críticas cesen. Proponga algún tema, acción…. que permita generar un clima positivo.
- Observe los comportamientos y aportaciones de cada una de las personas. Le serán de gran utilidad para saber con quién tiene que contar en posteriores discusiones y a quién es mejor no invitar.
- Someta a comprobación sus percepciones, ampliando y contrastando la información que ha percibido acerca de un acontecimiento o acerca de una persona.
- Trate de conocer los objetivos, necesidades, intereses y puntos fuertes de la gente a la que dirige.
- Hable bien de su equipo.