Konsac Group inspiration: el apetito emocional
¿No os pasa que los fines de semana, con tiempo por delante, nos vienen a la mente ideas que el día a día no deja aflorar? A mi sí y, os aseguro, es como una liberación que te ayuda a salirte de la caja de la rutina diaria y del pensamiento utilitario.
Este sábado, ante un humeante café, me hacía una serie de reflexiones de vida cotidiana y que seguro que, como a mí, os abren el apetito emocional.
¿Por qué todos celebramos de forma entusiasta cuando leemos o escuchamos frases brillantes como, por ejemplo, “la felicidad está en el interior de cada uno” o “en cada problema hay una oportunidad”?
Y, en cambio, cuando nos encontramos con un amigo o un conocido le preguntamos cómo le van las cosas, qué tal los negocios, qué tal el trabajo, comentamos si se ha dejado crecer el pelo, se has dejado perilla u otras preguntas que no son cosas más que superficiales y de escasísimo interés y de las que no aprendemos nada sobre el otro.
¿Por qué no le preguntamos…
- … si es feliz?
- … si cuida de su intimidad?
- … si se siente en sintonía con la naturaleza?
- … si crece interiormente?
- … por los objetivos que tiene planteados para su crecimiento personal en el futuro?
- … si se siente a gusto consigo mismo, con los demás y con el entorno?
Temas mucho más profundos y menos superficiales y nos pueden permitir aprender e inspirarnos.
Sólo encuentro una respuesta: nos da vergüenza.
Y nos da vergüenza porque el mundo en que vivimos nos ha separado, nos ha alejado a los unos de los otros y a los otros de los unos. Nos da vergüenza porque hemos practicado tanto el individualismo y el egocentrismo y el aislacionismo y el “vaya yo contento y ríase la gente” que lo hemos convertido en costumbre.
Nos da vergüenza porque pensamos equivocadamente que traspasamos líneas que son infranqueables, como si invadiéramos ese ser emocional que tanto miedo nos da conocer y, sobre todo, dar a conocer. Nos olvidamos demasiadas veces de que las organizaciones son un conjunto de personas y que estas son básicamente un cúmulo de emociones.
Esperamos que esta pequeña reflexión, tras un humeante café, alimente ese apetito emocional que todos necesitamos saciar.
Fdo. Konsac Inspiration