Konsac Group opina: Virtualizando servicios
Por mucho que las organizaciones trabajen en la innovación continua, es en épocas de cambio cuando se dispara la creatividad y surgen maneras diferentes de hacer las cosas.
Cuando hace apenas tres meses brindábamos tras las campanadas, al canto de “Feliz 2020”, nadie podía imaginar el nuevo panorama que venía. Sí, hacía algunos días que sabíamos que en China tenían un problema grave con el COVID-19, pero, inmersos en la vorágine de las Navidades y el Año Nuevo, aquellas noticias nos quedaban muy lejos. Eso creíamos.
No obstante, el COVID-19 ya hace semanas que es una pandemia mundial que ha cambiado totalmente nuestro entorno. Y nos obliga, a todos, a reinventarnos, empezando por el teletrabajo en el caso de aquellos afortunados que pueden aplicarlo. No queda otra que seguir aprendiendo y tratando de impulsar, aunque sea a ralentí, una economía que se ha quedado paralizada por la situación.
Muchos servicios se han paralizado, a causa de la situación, pero hay otras necesidades que siguen en pie y a las que hay que dar respuesta de forma diferente y adaptándonos a las circunstancias actuales. Los procesos de selección han continuado a través de entrevistas virtuales, igual que muchos de los trabajos de consultoría y asesoramiento, utilizando videoconferencias y plataformas de reuniones virtuales.
Esta semana pasada, incorporamos a esos nuevos servicios los Assessment Center virtuales. Ya hay 2 clientes que han manifestado su voluntad de llevarlos a cabo a la vista de la dilatación del confinamiento.
La virtualidad no es nada excesivamente nuevo en un entorno de Assessment Center. En Konsac, hace años que combinamos herramientas virtuales con ejercicios presenciales en los Assessment Center (vídeos, presentaciones de casos on line, entrevistas por competencias virtuales, etc.), pero sí que es la primera vez que implementamos Assessment Centers 100% virtuales.
Obviamente, ello implica una cierta adaptación de los ejercicios y establecer unas determinadas reglas del juego. Hemos estado trabajando en estas adaptaciones; la semana pasada realizamos ya las pruebas de validación ¡y está todo listo para empezar!
Algunas reflexiones que hemos compartido entre nosotros desde el inicio es que, curiosamente y en contra de lo que podría parecer, se pueden observar conductas de una forma quizá más espontánea que en una reunión presencial. Tal vez por la protección de la pantalla, o por estar en un entorno conocido y seguro como es el propio hogar… Y en las dinámicas grupales, quizás porque el hecho de que los observadores apaguen su vídeo ayuda a los participantes a focalizarse únicamente en las personas que participan de la discusión, es decir, en los otros candidatos, sintiéndose menos observados. Además, las discusiones son más ordenadas y se respetan más los turnos de palabra que en las discusiones presenciales, precisamente por las limitaciones del medio.
Por supuesto que existen inconvenientes: algunos cortes de red a media conversación que obligan a repetir frases, los tiempos se alargan un poquito más que en un AC presencial y, en ocasiones, un turno de palabra muy marcado puede restar algo de naturalidad a la conversación.
No obstante, abre posibilidades muy interesantes y, en conjunto, creemos que las ventajas, dadas las circunstancias, superan ampliamente los inconvenientes.
Así que, mientras #nosquedamosencasa, seguiremos activos, potenciando la creatividad y siguiendo adelante, para que cuando llegue el momento de volver a tomar las riendas del día a día laboral presencial y no confinado, ese día nos encuentre trabajando. ¡Esperemos, en cualquier caso, que no falte demasiado!