Konsac Group informa: Quédese en su empresa mientras inventa su nuevo próximo empleo
En nuestra entrada de hoy, nos hacemos eco de una noticia interesante publicada en Expansión y Empleo: Quédese en su empresa mientras inventa su nuevo próximo empleo
No es necesario abandonar la compañía en la que uno trabaja para hacer realidad el sueño de un nuevo trabajo. Es posible activar un plan de cambio que transforme nuestra vida profesional y genere empleabilidad.
Cuentan que cuando los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss acudieron al despacho del decano de la Universidad de Harvard para denunciar que Mark Zuckerberg les había robado la idea de Facebook, el viejo profesor -que había sido Secretario del Tesoro de Estados Unidos- les recordó que allí todo el mundo prefiere inventarse su propio empleo antes que buscar un trabajo. Y los despidió con ese y otros argumentos en favor de las nuevas ideas y el emprendimiento, sin atender demasiado a sus reclamaciones sobre el honor o los plagios.
En la vida real de cada uno, sobre todo si tenemos que preocuparnos de las labores cotidianas de nuestro trabajo, lo de inventarse el propio empleo resulta mucho más complicado que en un vivero de ideas y cerebros como Harvard. Historias como las de Zuckerberg y otros innovadores capaces de poner en marcha un proyecto revolucionario se cuentan con los dedos de ambas manos, y la mayoría prefiere que sean otros los que les resuelvan el futuro profesional, y fían su reinvención o sus ansias de cambio a que alguien les contrate.
En ocasiones, nos encontramos con el prototipo de wannabe (voy a ser o a hacer) o wantrepreneur, que es aquel innovador “quiero y no puedo”, un teórico cargado de ideas y posibilidades que nunca define ni crea realidades, quizá porque no conoce sus fortalezas y debilidades, que es algo definitivo cuando alguien trata de crear su propio empleo.
Emprendedores ‘híbridos’
Si usted está frustrado en su trabajo, con su jefe o en su empresa y ha decidido reinventarse profesionalmente y crear su propio empleo, quizá debería tomárselo con más calma de lo que piensa. Lo normal es abandonar la empresa o el trabajo que se tiene y concentrarse -fuera de ella- en el nuevo proyecto.
Pero hay quien piensa que no es necesario renunciar al trabajo cotidiano para emprender un sueño empresarial o profesional. Richard Branson, fundador de Virgin y emprendedor en serie, es uno de los ilustres que defienden esta idea. Branson sugería recientemente en su blog la posibilidad de “un enfoque más lento” para crear el propio empleo y argumentaba que mantener el trabajo en la misma empresa de la que pretendemos irnos para generar nuestro nuevo puesto es una buena opción: “Nuestros sueños de inicio no están condenados al fracaso por el hecho de mantener nuestro empleo en una compañía”. Además, Branson se refiere a algunos estudios que demuestran que los proyectos iniciados por “emprendedores híbridos” -así llama a quienes mantienen sus trabajos mientras generan su nuevo puesto- tienen un 33% más de posibilidades de éxito.
Una nueva empleabilidad. Plantearse un cambio de puesto o de compañía no tiene nada de malo. Se trata de algo cada vez más común. Y no es sensato -y además resulta antinatural- quedarse parado esperando a que llegue el trabajo de nuestra vida. Por eso es imprescindible crearlo. Pero no se obsesione pensando en el puesto ideal o en la compañía perfecta. Y, por supuesto, abandone la idea de los modelos de empresa feliz que muchos persiguen y que son una quimera. No deseche la idea de darle una nueva oportunidad a la compañía en la que ahora trabaja, pero siempre sobre la base de aportar un nuevo valor, de ser más influyente, estar mucho mejor considerado, ganar más e impulsar su propia carrera.
Cada vez más, resulta decisivo preocuparse de crear nuestra propia empleabilidad. El mercado de trabajo actual exige que nos vendamos como si fuéramos un producto o una empresa. Es necesario diseñar nuestra carrera pensando en quién podría invertir en nuestro talento. Y para eso hay que demostrar resultados. No somos insustituibles, pero debemos demostrar la diferencia que aportamos y nuestra singularidad profesional.
La oportunidad que ya tiene
Casi nadie le podrá negar a estas alturas que, si usted tiene razones de peso para hacerlo, puede irse de su trabajo o de su empresa. Pero cada vez más expertos le recomendarán que le dé una nueva oportunidad a su compañía o a esa actividad que no le satisface. Es posible que el cambio no esté fuera, sino en la propia organización.
Si se decide por esta opción no debe hacerlo pensando que es más fácil y cómoda que abandonar la compañía, porque en realidad implica cambios que pueden ser tan drásticos y complicados como marcharse.
Además, quienes deciden quedarse sólo porque creen que no hay más remedio, o porque tienen miedo de no encontrar una opción profesional mejor terminarán frustrados.
Plan de cambio
Seguir el consejo de Richard Branson implica convertirse en intraemprendedor (él prefiere hablar de emprendedor híbrido), y supone ir contra la típica actitud de perderse en un mar de quejas. Se trata más bien de activar un nuevo plan profesional de cambio, y la novedad es que los intraemprendedores que tratan de crear su propio empleo revolucionan las empresas en las que deciden quedarse.
Podrá irse de su compañía o quedarse en ella, pero inevitablemente tendrá que buscar un nuevo valor y una visibilidad que antes no tenía. Y para eso debe predecir cómo será su trabajo, la profesión que ha escogido o el sector en el que ha decidido moverse. Los expertos recomiendan que trate de adivinar qué estará haciendo dentro de cinco o diez años y que se convierta en un experto sobre lo que está buscando el mercado. Es una ventaja competitiva que le ayuda a diseñar un plan de carrera.
Debería incluso pensar en reinventar cada día el puesto que ahora tiene, aunque quiera irse. Su trabajo actual puede llegar a aburrirle y a frustrarle, así que es conveniente que pueda preverlo y esté preparado para cuando llegue el momento.
Un caldo de cultivo para los cambios
Parece evidente que la decisión de quedarse en su compañía para crear su propia empleabilidad y generar un nuevo empleo depende de que su organización sea favorable a los cambios.
- Analice si su empresa invierte en sus ideas, y si escucha las propuestas de otros y deja hacer a quienes demuestran iniciativa. Cuando vea que se da esta circunstancia, es el momento de proponer nuevos proyectos.
- Compruebe que los mandos de su organización son proactivos. Si sus jefes son propensos a los desafíos puede plantear nuevos retos y pedir oportunidades.
- Siguiendo las teorías de Richard Branson, espere el momento oportuno y sea paciente.
- Para presentar nuevos proyectos es necesario demostrar buenos resultados y ser fiable. Céntrese en hacer bien lo que hace y genere la influencia suficiente para que sus aportaciones puedan ser tenidas en consideración. Pero no basta con ser útil y fiable si se es invisible. Haga visibles sus logros, y que éstos generen confianza.
- Revise cuál es su nivel de tolerancia a las críticas, el ‘feedback’ y los consejos. Tenga en cuenta que sus ideas evolucionarán con las exigencias de otros. Si se decide a ser un intraemprendedor tendrá que acostumbrarse a que juzguen y critiquen sus ideas.
- Compruebe que su organización entiende que es necesario que haya profesionales influyentes, y que los reconozca y motive.
- Recuerde que sin ser jefe y sin tener poder reconocido también es posible ser influyente en su organización. La capacidad de influencia tiene que ver con la credibilidad. Puede generar un nuevo interés hacia su trabajo, y lograr que crezca su valor dentro de la compañía.
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