7 razones por las que fallan los equipo de trabajo
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7 razones por las que fallan los equipo de trabajo
En el mercado existen diversas definiciones acerca de un equipo de trabajo, pero por lo general se puede definir como un grupo de personas que de manera organizada y trabajando en conjunto determinan un objetivo en común, en el cual todos están de acuerdo y trazan las estrategias para llegar a él. Lo ideal para obtener el resultado esperado es que cada uno de los miembros del equipo, además de aportar ideas, tenga interés por las de sus compañeros para así coordinar actividades en conjunto y evaluar los resultados.
Sabemos que se dice fácil, aunque os dejamos algunas claves para lograrlo.
1. No hay metas claras: Cuando éstas no son específicas y no se transmiten de una manera correcta a cada uno los miembros del equipo, no existirá la cohesión necesaria que buscamos para lograr el objetivo.
2. Falta de interés por parte de la dirección: Cuando las cabezas de la organización no están convencidas y capacitadas para transmitir a través del ejemplo lo que la empresa persigue, nos puede llevar al fracaso desde la conformación del equipo de trabajo.
3. Liderazgo no efectivo: Este es uno de los puntos más relevantes, ya que si no existe un líder, difícilmente el equipo podrá tener éxito. En este punto se puede hacer una analogía con una orquesta: sin director no habría quien dirigiera y cada uno entraría a destiempo, se escucharía encimado un instrumento de otro, no habría definición, nitidez ni claridad. El resultado sería un rotundo fracaso.
En los equipos pasa lo mismo y esto es piramidal; viene desde el director de la empresa y si este no es capaz de desarrollar esta competencia, difícilmente tendrá la capacidad de generar líderes que hagan este trabajo. En este sentido, los miembros del equipo se van a sentir incómodos ya que de alguna manera están acostumbrados a trabajar de manera individual tal y como lo hace su director.
¿Qué debemos hacer? Como director, entender que debe existir la figura del líder y que ésta no amenaza su autoridad sino todo lo contrario, ayudará a sumar y a obtener resultados que se esperan para el bien de la empresa. Una vez que designamos a nuestro líder, se debe preparar al equipo para integrarse con él. Éste debe demostrar fuerza para resolver conflictos, claridad para el establecimiento de las metas, visión para desarrollar las competencias de manera individual, autogestión, pensamiento estratégico, etc.
Una vez que esto suceda, cada uno de los miembros del equipo va a adquirir confianza en ellos mismos y van a demostrar más cooperación; también es muy importante que se capaciten en lo colectivo y para esto existe en el mercado diversos talleres de integración de equipos en el cual aprenderán a cohesionar sus talentos individuales hacia el bien común que es el equipo.
4. Reuniones no productivas: ¿Cómo podemos lograr que esas reuniones de trabajo sean eficaces? Estableciendo un contrato psicológico, en otras palabras, las normas de convivencia que cada uno de los miembros del equipo tiene en conjunto con su líder, para el sano fluir.
Estas pueden ser el uso del móvil, el respeto por la palabra, el no levantarse cuando alguien esté hablando, uso del ordenador, alzar la voz, decir groserías… Pueden ser tantas como se necesite para poder llevar a buen término nuestras reuniones de trabajo.
5. Conflictos personales: Cuando la relación no es sana y hay conflictos, se deberá encontrar la manera oportuna para aislar a estos miembros para resolver esas diferencias y después volverlos a integrar al equipo. Si no hacemos lo anterior definitivamente nos va hacer ruido al interior del equipo ya que esto puede causar que se divida en bandos y eso no le conviene al equipo, el equipo debe de trabajar bajo un ambiente de sana convivencia.
6. Mala comunicación: En este punto es importante que entendamos que no es lo mismo hablar que comunicar, y regularmente los líderes hablan, pero no trasmiten con claridad sus ideas, metas, estrategias, etc. y no sólo eso, además, dan por hecho que el equipo lo entendió y que lo debe llevar a cabo. El líder deber cerciorarse que su equipo está entendiendo de manera correcta lo que se le está diciendo y que no sólo está oyendo, sino que está en un estado de escucha activa, pues cuando esa comunicación falla, el equipo tiende a realizar acciones que no tenía previstas y no porque esté mal, sino porque simplemente no entendió lo que tenía que hacer para lograr el objetivo.
7. Individualismo: No es lo mismo competencia que cooperación. Cuando uno de los miembros del equipo quiere sobresalir por encima de sus compañeros se tiene que tener cuidado ya que estos elementos están acostumbrados a trabajar solos y no han entendido que existe un equipo y un líder. El director debe ser muy franco para orientarlo y que pueda trabajar en pro del equipo.
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