Konsac Search Opina: Búsqueda Directa, el valor añadido en selección
A raíz de un artículo que leí no hace mucho cuya firma era de una de las escuelas de negocio de mayor repercusión, se me ocurre destinar este espacio para hablar de los procesos de Búsqueda Directa o también conocidos como procesos de Executive Search o de Headhunting.
Si empiezo diciendo que un proceso de búsqueda directa es un proceso de selección, creo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo. Pero ¿sabemos en qué consiste?, ¿cuál es su metodología? Y, mejor aún, ¿cuál es su valor añadido? Creo que estas preguntas necesitan una respuesta.
Un proceso de búsqueda directa está destinado a aquellas posiciones en las que, para encontrar a los candidatos adecuados, se necesita recurrir di-rectamente al mercado (activo/inactivo). Estamos hablando de un proceso de selección proactivo, donde se requiere de estrategias pensadas y dirigidas.
Suelen ser posiciones de alta dirección, de middle management, de gestión o técnicas, que son de nicho de mercado, con especialización sectorial o técnica y que necesitan conservar la confidencialidad, en muchas ocasiones, hasta el final de la selección.
Un proceso de este tipo empieza con una definición del puesto a cubrir, pero también con las características que lo hacen diferente o particular entre una compañía y otra. A partir de ahí iniciamos el proceso de búsqueda.
En el mercado laboral nos podemos encontrar con aquellos posibles candidatos que activamente están buscando una nueva opción profesional y están atentos a todas las ofertas que salen anunciadas en bolsas de trabajo de escuelas de negocio, webs de Headhunters y Consultorías, así como por conocimiento a través del networking.
Asimismo, la metodología de Búsqueda Directa también nos permite alcanzar a aquellos profesionales que están bien en sus organizaciones y en sus funciones, que no buscan directa y activamente un cambio profesional y que también son susceptibles de ser hechos partícipes de un proyecto que les suponga una mejora y que les haga plantearse una nueva opción para seguir con su desarrollo.
Este hecho representa un valor añadido en la selección de aquellos puestos que requieren ser ejecutados bajo procesos de Executive Search o Búsqueda Directa.
La metodología de este tipo de procesos comporta la definición de una estrategia de prospect de mercado, estableciendo: sector dónde sabemos que está el candidato óptimo que estamos buscando, tipología de compañía por las particularidades de la organización y puesto, así como vías de localización y contacto.
Seguidamente, y una vez ya sabemos hacia dónde dirigir las acciones del prospect, se inicia la fase de localización y contacto con posibles candidatos. La clave de esta fase es convertirse en el mejor “partner” de la organización que necesita al profesional, en este caso nuestro cliente.
En el primer contacto, que mayoritariamente es por teléfono, es crítico que el Consultor transmita con transparencia y seguridad los detalles de la posición y que pueda dar respuesta, en la medida de lo posible, a las cuestiones de los candidatos. Pero también que sepa detectar el encaje bilateral entre cliente/posición y candidato. Éste es el primer paso para la detección del talento necesario para cada cliente.
A partir de ahí transcurre toda la fase de evaluación. En el mercado hay varias herramientas disponibles. Sin embargo, lo importante es que los candidatos estén bien dirigidos y evaluados. No sólo consiste en creerse aquello que se dice, sino en comprobar que realmente es así. Por ello, es óptima la participación de varios evaluadores, una puesta en común de los puntos fuertes de cada candidatura y avalar la presentación de las mismas con la documentación y, sobre todo, las referencias pertinentes que nos den el aval de su garantía como un paso más dentro de todo el procedimiento de evaluación.
El acompañamiento al cliente que realiza el Consultor durante todo el proceso es especialmente relevante, ya que representa un punto de apoyo, convirtiéndose en partner del cliente.
Durante la fase de presentación, este acompaña-miento, en muchos casos, es fundamental para el cierre del proceso e incorporación con éxito del candidato.
Por último, no nos podemos olvidar de la información que recibe el cliente. Éste tiene que estar periódicamente informado, pero también tiene que tener la opción de participar activamente en cualquier parte del proceso. Por otro lado, la información, el report, que recibe el cliente es un estudio de mercado de mucho valor para las compañías, ya que les permite disponer de información muy relevante para ver su posicionamiento con respecto a otras empresas de la competencia.
Mª Carmen Gómez – Directora de Cuentas / Directora de Proyectos