Konsac Group Opina: Una buena oportunidad
La vuelta a nuestras actividades cotidianas después del merecido periodo vacacional es una magnífica oportunidad para reflexionar sobre nuestra responsabilidad personal en la situación económica global por la que estamos atravesando.
Las actividades de nuestros políticos durante este verano, la agenda económica de los grandes actores de nuestro mundo, no auguran nada distinto de lo que teníamos antes de las vacaciones. Nada se ha decidido, nada ha cambiado, nada cambiará sino cambia su actitud y se dejan de personalismos, clientelismos electorales y de la defensa a ultranza solo de sus intereses, sin pensar en lo que es su obligación: el bien común.
Desde nuestra perspectiva de headhunters, resulta difícil entender que, a la hora de decidir quiénes van a ser los máximos responsables en los destinos de un país, se obvien en ellos algunas de las competencias que son de absoluta exigencia para cualquier directivo que deba moverse en el mundo actual: capacidad para analizar las cosas con sentido común; firmeza para tomar decisiones que interesen al bien general aunque suponga coste personal; visión a largo plazo de las cosas; compromiso con los proyectos; capacidad para innovar y “pensar fuera de la caja” y, ejemplaridad en la conducta. Solo así se gana la credibilidad tan necesaria en los momentos de crisis. Nada de todo esto ha cambiado en estas semanas estivales y solo va a cambiar si cambiamos nosotros. Creo que es el momento en que las empresas y las personas que las configuramos, debemos dar un paso adelante con la prudencia que requieren los tiempos pero también con la valentía que demandan las situaciones complicadas. Estoy convencido que la sociedad civil, la fuerza del conjunto de personas que configuran el verdadero país somos, por nosotros mismos, capaces de transmitir al resto del mundo la imagen de seriedad, sobriedad y fortaleza que necesitamos, al margen de las decisiones de nuestros políticos, sin entrar en matices, a veces no son suficientes palabras para que el resto de Europa confíe en nosotros.
Tenemos la oportunidad de tomar el mando en este proceso y trabajar por mejorar nuestros entornos inmediatos, hacer “los deberes en casa” y, así, lograr la mejora y la transformación que el país necesita. Es momento de centrar la atención en lo importante, de hacer las cosas mejor, de abrir la mente a nuevos modelos y nuevas alternativas, de mejorar los equipos, de rodearse de los mejores, en definitiva de asegurar que la fuerza del país y la credibilidad del mismo está, sobre todo, en la fuerza de las empresas y en la calidad de las personas que las configuran ¡basta de lamentaciones y pongamos manos a la obra!
Juanjo Planes – Presidente Grupo Konsac