Konsac e-solutions opina: tres sencillas formas de medir el éxito del e-learning

¿Cómo llegar a medir el éxito del e-learning? Esa es una pregunta complicada de res­ponder. Por un lado, no todo el mundo entiende lo mismo por e-learning. Y por otro, sólo por el hecho de estar realizado con herramientas de e-learning, no significa que el producto obtenido sea en realidad un curso e-learning.

Hay varios aspectos a comentar:

Mejora del Rendimiento

La realización de cursos de e-learning no suele ser objetivo de una organización empresarial. El e-learning no es más que una solución que ayuda a cumplir con un objetivo de negocio. Esta es la razón por la que la realización de cursos que es­tén conectados a las expectativas de rendimiento es fundamental. Lo de menos es proporcionar la información, lo importante es proporcionar la ma­nera sobre cómo utilizar dicha información para tomar decisiones.

Cumplimiento de la organización

Aunque no se quiera admitir, hay un montón de cursos e-learning que se realizan desde una pers­pectiva de enseñanza sin más. Existen debido a que hay organizaciones que quieren demostrar que se entregó la formación o se alcanzaron algunos ob­jetivos normativos y de cumplimiento.

Si la capacitación en el cumplimiento de la orga­nización no está vinculada a objetivos de negocio medibles, se tendrán que encontrar algunos otros indicadores como el número de alumnos que ha terminado el curso, o el tiempo empleado por ejemplo. O también se puede hacer algún tipo de evaluación para medir la comprensión de los te­mas. Las evaluaciones previas y posteriores son una buena manera de medir el éxito del e-learning.

El intercambio de información

Aparte de la mejora del rendimiento y la capaci­tación en el cumplimiento, el uso más frecuente de un curso de e-learning es el de compartir infor­mación. Alguien podrá pensar que con una simple página web y unos links bien dispuestos se consi­gue el objetivo. Pero ¿por qué no aprovechar las capacidades multimedia del software? Y, además, las herramientas de e-learning son tan fáciles de usar que no hay mucha diferencia en el tiempo de producción entre la creación de una ayuda de tra­bajo y la conversión de un archivo de PowerPoint a Flash.

Si el intercambio de información es la meta, enton­ces el indicador clave sería ver cuánta gente acce­de a la información. Si se tiene alguna expectativa para que los usuarios hagan algo parecido a des­cargar más información o visiten un enlace, se pue­den rastrear las visitas a la conexión o el número de descargas. Un campus virtual permite realizar todo un rastreo de visitas de manera automática. Y además proporciona informes de muchos tipos, con información temporal si se desea.

Tres ideas simples para ayudar a empezar a medir el éxito de los cursos de e-learning si se está pen­sando en cambiar la manera de tratar el comporta­miento de los usuarios y la información que se está a punto de compartir.

La clave en todo esto es saber cómo contribuir al éxito de la organización. A veces, el e-learning no es la solución correcta y, a veces, es la mejor.