Konsac Human Capital opina: Eficacia en la formación
Una de las preguntas que siempre me hago cuando he participado en un curso de habilidades directivas es ¿Qué pasa con el día después? Todos salimos de los cursos con ánimos renovados y ganas de cambiar las cosas. Todos salimos con la ilusión de hacer algo diferente, pero la rutina de cada día y la inercia del trabajo acaban venciendo esta ilusión y acaban justificando que nos cueste mucho poner en práctica aquello que, durante la acción formativa, nos pareció tan evidente y tan rotundo.
Esta pregunta ha sido una de las fuerzas que ha dirigido, en Konsac, nuestra forma de diseñar nuestras acciones formativas, siempre pensando en que la única formación que sirve es la que se aplica. Y uno de los comentarios que más nos satisfacen tras haber participado como formadores en un curso es la aplicabilidad que los participantes ven en nuestras propuestas. ¿Y cómo lo conseguimos? ¿Qué caracteriza a nuestras acciones de desarrollo?
• Los pequeños cambios personales producen los grandes cambios organizativos. El aprendizaje es una de las muchas actividades que depende más del entrenado que del entrenador. Antes de iniciar cualquier actividad formativa, nosotros ofrecemos, a cada participante, la oportunidad de chequear cuál es su estado de situación frente a aquella competencia sobre la que va a girar la actividad formativa. La autoconciencia da sentido de la responsabilidad y, con este sentido, las personas se sienten protagonistas de la acción y comparten la gran oportunidad que les ofrece el esfuerzo formativo que, en términos económicos y de tiempo, la empresa va a realizar. Pasar de sujeto pasivo a protagonista de las acciones en la empresa es básico y fundamental para aprender y aplicar lo aprendido.
• Las herramientas de gestión. El mundo de las ideas y de los conceptos en el que solemos movernos los consultores no siempre es el mundo en el que se mueven los directivos ni los mandos. La realidad del día a día exige inmediatez, toma de decisiones y cercanía a la realidad y no es fácil bajar del concepto aprendido a la acción. Por eso nuestros formadores hacen mucho énfasis en lo que hemos dado en llamar “la gestión de los cómos”. Se trata de que los que participan en nuestros programas de training, además de reflexionar sobre los temas, salgan con un pequeño arsenal de herramientas con las que resolver problemas tan propios de la gestión directiva como la comunicación, la gestión de conflictos, la influencia, la gestión de clientes…… La formación, además de abrir preguntas, debe proporcionar respuestas sobre todo si éstas nacen de la autorreflexión.
• De la realidad al concepto. Las personas aprendemos de la experiencia. Aprender es reflexionar sobre lo que nos sucede, conceptualizar, extraer conclusiones y cambiar las conductas. No se trata de enfocar la formación desde la perspectiva de los grandes tratados conceptuales, sino de hacerlo desde la vivencia personal, experimentando situaciones y sacando conclusiones para aprender. Empleamos el método del caso aplicado a la realidad diaria sabiendo que las vivencias son las únicas que, de verdad, proporcionan aprendizaje sólido.
• Trabajando siempre la comunicación. En cualquier tipo de acción formativa, los consultores de Konsac no dejamos nunca de hacer referencia al poder de la comunicación. El lenguaje como generador de realidades futuras, como predictor del futuro que construimos cada día, nos ayuda a facilitar el cambio de actitudes y, sobre todo, de comportamientos.
Juan José Planes
Presidente Grupo Konsac