Konsac Human Capital opina: Comunicar, sí, pero bien, también
¿Cuántas veces hemos oído lo importante que es comunicar, tanto en el ámbito profesional como en el particular? ¿Y cuántas veces se ha hablado de este tema? Este no es el primer artículo que se publica, ni será el último. Pero, con todo, le damos una importancia relativa porque no somos del todo conscientes de que comunicar no es simplemente intercambiar palabras.
Cuando realizamos cursos para nuestros clientes, un denominador común en todas las empresas y que nos transmiten los propios asistentes, es la evidencia de los problemas de comunicación. Todos reconocen que comunicar es más complicado de lo que realmente parece. Y cada vez más. Las ventas son más complejas, las relaciones con los jefes, compañeros y subordinados, en épocas como las que vivimos, resultan más importantes, el Net-working se hace imprescindible, el Trabajo en Equipo una habilidad crítica… Y en todos estos factores, la comunicación es el elemento clave. Es por eso que, desde Konsac Human Capital, hemos adaptado nuestras temáticas formativas a las realidades y necesidades de nuestros clientes.
“¿Para qué me lo dicen a mí, si yo siempre comunico correctamente?”. ¿Nos suena? Y es que, desde nuestro punto de vista, todos lo hacemos. Pero cuando nos paramos a reflexionar es cuando nos damos cuenta de que muchos de los problemas que nos envuelven tienen su origen en la falta o mala comunicación.
Surgen problemas como “esto nolo había entendido así”, “no tengo claros mis objetivos”, “¿qué es lo que esperan de mí?”, “¿cómo están siendo los resultados de la empresa?”…
¿Vale cualquier comunicación? ¿Sabemos realmente comunicar? ¿Lo hacemos de la forma adecuada? ¿Le damos la importancia que tiene? No es tan fácil como parece. La comunicación es una habilidad y queda claro que hay gente que es más hábil que otra.
Cada uno somos hijos de nuestros padres y entendemos las cosas de forma diferente. Lo que para mí es lila, para otro es granate. La realidad es pura percepción y sabemos que existen tantas percepciones como personas.
Cada uno interpretamos lo que vemos, oímos y percibimos según nuestra historia anterior, nuestras experiencias previas. Eso es así especialmente cuando la información que recibimos es ambigua. Cuando nos falta información rellenamos esos vacíos con nuestra propia manera de pensar, con nuestros prejuicios y experiencia previa que nos ha llevado a ver el mundo de una manera determinada. Es por todo ello que cuando comunicamos debemos asegurarnos de que lo que queríamos transmitir es exactamente lo que ha captado y entendido nuestro interlocutor. No debemos olvidar que “nada está bien dicho hasta que no está bien entendido” puesto que es en el otro donde mi comunicación adquiere sentido. El significado de las palabras lo determina la persona que escucha, no la que habla. De la misma manera, si somos los que escuchamos también somos responsables de haber entendido lo que la otra persona nos quiere decir.
Es importante tener en cuenta que comunicar no sólo se refiere a la comunicación verbal. De hecho, la parte verbal supone una ínfima parte de toda la comunicación adquiriendo la no verbal un peso fundamental. Imaginemos que preguntamos a una persona por la calle dónde está ubicado un edificio en concreto. La persona que nos contesta nos dice que a la izquierda pero con la mano señala a la derecha ¿Dónde nos dirigiremos, a la izquierda o a la derecha? Es muy probable que ante una situación así empecemos a andar hacia la derecha siendo para nosotros más fiable la comunicación no verbal que la verbal.
También es importante tener en cuenta que no podemos dejar de comunicar. Todo lo que decimos, pero también hacemos (postura, gestos, tono de voz, movimiento de los ojos, respiración, etc.), tiene una repercusión en la/s persona/s que tenemos delante. En la comunicación lo más importante no es lo que se dice, sino cómo se dice.
Así pues, cuando hablamos de comunicación es cuando surgen conceptos como la asertividad, la empatía, la comunicación no verbal, la percepción, entre otros. Es en estos temas donde desde Konsac Human Capital hacemos más hincapié en los cursos que diseñamos a medida e impartimos para cada uno de nuestros clientes.
Una de las habilidades básicas para ser un buen líder es el hecho de tener una buena habilidad para conectar con los colaboradores mediante una buena comunicación. Sabemos ahora que es en el auditorio donde adquiere sentido la comunicación. Por ello, será básico atender y tener en cuenta en todo momento las reacciones del público para ser capaz de reaccionar adecuadamente a ellas.
Para lograr una comunicación efectiva también es importante tener en cuenta que la capacidad de concentración del auditorio es limitada recomendando no alargar un discurso hacia un auditorio más allá de 45 minutos. De igual manera es también muy recomendable utilizar ejemplos y anécdotas para conseguir y mantener el interés del auditorio. También es básico creer en lo que se dice y demostrar entusiasmo hacia aquello que se dice.
Mercè Reñé
Christian Tijeras
Consultores Senior Konsac Human Capital